Atahualpa Fernández Arbulú: Uso de impermeables para la protección contra la lluvia
La producción telas y confección de ropa varía según los requerimientos climáticos de cada nación. En Venezuela el diseño de indumentarias es muy variado, no existen estaciones climáticas
como en Europa, pero si se registra un periodo de sequía y otro de
lluvia, ambos en condiciones regulares duran seis meses cada uno.
Concretamente para la temporada de lluvia es habitual que las personas intenten protegerse de los embates generados por las precipitaciones, esa ha sido una característica del hombre incluso desde la época de la prehistoria. Las primeras prendas utilizadas para generar protección contra la lluvia se
remontan a la época del hombre primitivo, cuando cubrían sus cuerpos
con capas, para protegerse del frío y eventualmente de los aguaceros.
Las telas impermeables no permiten el paso de los líquidos, por lo que son ideales para la lluvia.
La materia prima con las que habitualmente se confecciona la ropa de
uso diario tienen puros, los cuales generan una especie de abertura por
la que se filtran líquidos, en principio están diseñadas de esta manera
para permitir la transpiración de las personas, pero este tipo de
indumentarias no es apropiada para la protección contra la lluvia.
Los impermeables se han hecho de uso común para desplazarse en las ciudades mientras se registran lluvias. En Venezuela
es habitual ver cómo los motorizados transitan de un lado a otro a
bordo de sus vehículos, a pesar de presentarse condiciones climáticas
adversas, todo esto mientras llevan consigo, ponchos, chaquetas y pantalones impermeables.
Atahualpa Fernández señala que la
fabricación de impermeables a nivel industrial representa una fuente de
trabajo que aporta muchos beneficios a la colectividad, no
sólo en materia económica, sino de bienestar integral, debido a que
permite a las personas contar con un instrumento de protección a la
lluvia que no los obligará a cesar en sus funciones una vez que se
produzcan las precipitaciones. En otros países se han dedicado al estudio de fórmulas para mejorar la resistencia y durabilidad de las telas impermeables, una labor que podría impulsarse en Venezuela con ayuda de la empresa privada y gestiones públicas.