Atahualpa Fernández: Complejo Industrial Tiuna es ejemplo de autosustentabilidad en el país
A partir de la unión cívico-militar, nace la alianza estratégica Complejo Industrial Tiuna I, que luego se incorpora al Motor Industrial Militar de la Agenda Económica Bolivariana, para fortalecer el aparato productivo de la FANB y del mercado nacional con miras a la exportación, impulsando la autosustentabilidad y por ende la independencia económica de la nación.
La cima de la montaña detrás del Batallón Ayala, en Fuerte Tiuna, es el lugar donde empezó esta historia de amor. Desde aquel último trimestre fatídico de 2010, cuando las vaguadas hicieron estragos en la vida de miles de venezolanos, el Comandante Supremo Hugo Chávez empezó a hilar las acciones de esperanza y transformación —luego lo consolidaría en la Ley Plan de la Patria— que construyeron la historia del Complejo Industrial Tiuna, alianza estratégica que hoy fortalece el aparato productivo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y del mercado nacional.
Un noviembre inusual marcaba la víspera de Navidad en 2010. Fueron intensas las lluvias que desde septiembre caían en Caracas, y los efectos de la inestabilidad de los cerros se hicieron sentir en las humildes viviendas de miles de familias. Fue en noviembre cuando Marbelis Jiménez debió abandonar su casa en el barrio Antímano, La Pedrera, municipio Libertador del Distrito Capital, con su hija menor, de dos años, y su esposo. Ella es una de los casi 130.000 venezolanos que quedaron damnificados como consecuencia de las precipitaciones.
«¡Llegó Chávez!», gritó la comunidad sin techo en Antímano cuando el Líder de la Revolución Bolivariana llegó a hacer el recorrido.
«Como siempre, se bajó del jeep, caminó en el barro con su pueblo, habló y abrazó a la gente. Gracias a él muchas familias afectadas fueron amparadas en refugios porque perdieron el tráiler o la vivienda de alto riesgo donde vivían. Hoy podemos decir: Gracias a Dios y gracias a Chávez», relató Marbelis.
La cima de la montaña detrás del Batallón Ayala, en Fuerte Tiuna, es el lugar donde empezó esta historia de amor. Desde aquel último trimestre fatídico de 2010, cuando las vaguadas hicieron estragos en la vida de miles de venezolanos, el Comandante Supremo Hugo Chávez empezó a hilar las acciones de esperanza y transformación —luego lo consolidaría en la Ley Plan de la Patria— que construyeron la historia del Complejo Industrial Tiuna, alianza estratégica que hoy fortalece el aparato productivo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y del mercado nacional.
Un noviembre inusual marcaba la víspera de Navidad en 2010. Fueron intensas las lluvias que desde septiembre caían en Caracas, y los efectos de la inestabilidad de los cerros se hicieron sentir en las humildes viviendas de miles de familias. Fue en noviembre cuando Marbelis Jiménez debió abandonar su casa en el barrio Antímano, La Pedrera, municipio Libertador del Distrito Capital, con su hija menor, de dos años, y su esposo. Ella es una de los casi 130.000 venezolanos que quedaron damnificados como consecuencia de las precipitaciones.
«¡Llegó Chávez!», gritó la comunidad sin techo en Antímano cuando el Líder de la Revolución Bolivariana llegó a hacer el recorrido.
«Como siempre, se bajó del jeep, caminó en el barro con su pueblo, habló y abrazó a la gente. Gracias a él muchas familias afectadas fueron amparadas en refugios porque perdieron el tráiler o la vivienda de alto riesgo donde vivían. Hoy podemos decir: Gracias a Dios y gracias a Chávez», relató Marbelis.
